Nuestra tecnología, el Integro™, te ayudará a:
Reducir su consumo y costes energéticos
Prevenir y eliminar las incrustaciones de cal
Reducir la oxidación y la corrosión
Prolongar la vida útil de los equipos críticos
Reducir los niveles de bacterias transmitidas por el agua, incluyendo la legionella
Mejorar la calidad de su agua
Reducir su huella de carbono
La cal se forma en los sistemas de calefacción y de agua caliente sanitaria, creando una capa de aislamiento entre la fuente de calor y el agua, lo que ralentiza la transferencia de calor. Estos depósitos no deseados, que se acumulan a un ritmo de 1 a 3 mm por año (dependiendo de la dureza del agua), puede aumentar drásticamente el consumo de energía. Solo 1mm de incrustación aumenta el consumo energético hasta en un 10%, y 6mm lo aumentan hasta en un 40%.
Donde más se acumulan estas incrustaciones es en las partes más calientes de una caldera, formando ahí la capa más gruesa de cal, lo que provoca un sobrecalentamiento localizado y daños permanentes en la caldera. Además de la formación de incrustaciones, el óxido y la corrosión pueden reducir significativamente la vida útil de los equipos de calor. Frecuentemente, estos problemas no se hacen notar hasta que sea demasiado tarde.
Para minimizar los costes energéticos y reducir el mantenimiento de los equipos, la prioridad debe ser eliminar las incrustaciones de forma permanente de sus sistemas de calor.
Si bien los descalcificadores tradicionales pueden reducir la formación de incrustaciones, no las previenen por completo ni eliminan la acumulación existente.
El tratamiento químico periódico a menudo se considera la única respuesta para eliminar la acumulación de incrustaciones en los intercambiadores de calor, los acumuladores y las calderas, pero el impacto ambiental y el coste de los productos químicos, además del tiempo de inactividad del equipo, hacen que esta sea una opción costosa.

La tecnología de reestructuración de agua del Integro™ ofrece una solución. Eliminará las existentes incrustaciones de cal en todo su sistema de agua, y reducirá la oxidación y la corrosión. No solo evitará la formación de futuros depósitos de cal, sino que también eliminará cualquier acumulación histórica en su sistema y equipos de agua, reduciendo así sus costes y extendiendo la vida útil de los equipos más críticos. Nunca requerirá de mantenimiento ni de productos químicos, ahorrando así todo el tiempo, gastos y la huella de carbono que incluye el mantenimiento rutinario de otros sistemas. Estos beneficios y ahorros se consiguen en tan solo 1 a 3 meses después de la instalación.